viernes, 29 de junio de 2018

Pintores

Paul Cézzane (1839-1906)

Pero en vida Cézanne fue un pintor ignorado. Arisco y misántropo, apenas expuso y no confió jamás en el mundo del arte. Sólo tendría la admiración de algunos de sus más modernos contemporáneos, y por supuesto el de las nuevas generaciones, como Picasso o Matisse que afirmaron: «Cézanne es el padre de todos nosotros».
El pintor era extremadamente pobre y muy poco sociable. Frecuentaba los bares de los impresionistas, pero mientras el carismático Manet conversaba con el ingenioso Degas y el elegante Monet, Cézanne se sentaba en un rincón mirando con el ceño fruncido la escena, todavía con su ropa de trabajo, y de pronto daba un golpe en la mesa gritando cualquier improperio, y se levantaba saliendo del bar de un portazo.

Los demás se encogían de hombros y seguían bebiendo.
Era Cézanne, todo un temperamento…
Aunque después se demostraría su importancia capital para el arte moderno, mientras vivió nadie pareció ver que eso era el futuro, salvo algunos artistas.
A veces se le acercaba alguno, algo arriesgado teniendo en cuenta la suspicacia con la que Cézanne trataba a los admiradores. En una ocasión un joven pintor le expresó su admiración y Cézanne dio uno de sus típicos golpes en la mesa con el puño y gritó «No te burles de mi, jovencito», pero al momento se dio cuenta y se arrepintió: «No te lo tomes a mal; ¿Cómo puedo creer que ves algo interesante en mis cuadros si todos esos idiotas que escriben tontería sobre mi nunca pudieron percibir nada.

Estilo geométrico y estudio de los espacios.

Paul Cézanne trató de conseguir una comunión armoniosa entre naturalismo, la expresión personal y el orden pictórico. Rechazó las idealizaciones en los temas y chorradas en su estilo. Representaba el mondo de la forma más exacta desde el punto de vista pictórico ordenando todo estructuralmente en formas simples y planos de color. Todo era geometría.
Las pinceladas de Cézanne son muy características, todas conjugadas para formar un conjunto complejo, representando lo que el ojo que observa y al mismo tiempo una abstracción de eso.
Revolucionario fue la observación de los objetos desde distintos puntos de vista, lo que le lleva a su representación desde perspectivas diferentes al mismo tiempo. Esta simultaneidad sería adoptada después por los cubistas.
Cézanne pinta lentamente, pidiéndole al modelo que tenga paciencia… como una naturaleza muerta. De hecho, se podría decir que todo era tratado como objetos: una figura humana, baños al aire libre, manzanas sobre una mesa o paisajes: todo trabajado liberando, disminuyendo y enderezando los espacios.

Edouard Manet (1832-1883)

Hay excelentes artistas en la historia del arte, y después están los que sin ellos no existiría el arte tal y como lo conocemos. Edouard Manet se incluye en esta segunda categoría.
No fue en realidad un impresionista, aunque sin el no habría impresionismo, movimiento que copió su novedosa técnica y sus inéditas temáticas.
Afortunadamente, Manet no entró en dos ocasiones en la Escuela Naval y decidió hacerse pintor. Siguiendo a los grandes maestros de la pintura, se copió prácticamente todo el Louvre, pero su rollo era realmente el Barroco Español, así que viajó a este país, donde pudo ver directamente las obras de sus admirados Murillo, Zurbarán y sobre todo, el grande entre los grandes, Diego Velazquez.
En principio Manet era una especie de neo-tenebrista españolizado, pero en un momento dado (y quizás inspirado por su amigo Baudelaire) descubrió la luz, y su efecto vida urbana moderna.Empieza a desarrollar entonces una atrevida técnica ligera y brillante, que dejó a toda la juventud con la boca abierta y provocó el rechazo de los viejos trilobites. Entre la juventud estaba, por supuesto, toda la tropa impresionista, que encumbró a Manet como líder y gurú.
Pero Manet no quiso saber nada de movimiento alguno. Era libre y así siguió hasta sus últimos días, abriendo puertas que llevarían a la pintura moderna. Bien conocido era por su carácter rebelde, controvertido e irascible. Que se lo digan al crítico Edmond Duranty, que a pesar de ser su amigo, fue desafiado por el pintor a un duelo por hacer comentarios negativos sobre su obra.


Vincent Van Gogh (1853-1890)

Unos 900 cuadros, más de 1600 dibujos… Y eso que Van Gogh empezó su carrera seria de pintor relativamente tarde (32 años). Eso sí… Desde entonces no pararía de pintar a un ritmo frenético durante 5 años, hasta su trágica muerte.

Mucho se ha hablado de su turbulenta vida y de su locura, de la famosa oreja y de su carácter intratable. Sin embargo, y por mucho que se especule, su arte era de lo más lúcido. Van Gogh no pintaba así por «estar loco», no veía las cosas así (eso sería genial!) sino que fue un audaz experimentador y todo un erudito en la historia del arte.

Paradigma de pintor atormentado, de genio solitario que no vendió ni un miserable cuadro en vida (hoy su obra tiene un valor incalculable), es verdad que tenía serios trastornos psiquiátricos, pero lo cierto es que fue un pintor muy de su tiempo, que evolucionó de la monocromía típica de la pintura holandesa y del realismo de sus ídolos Millet o Rembrandt, al arte colorido con el que lo identificamos hoy en día, pasando por el inevitable influjo del impresionismo.

Tras superar las investigaciones impresionistas, Van Gogh y un puñado de otros amigos experimentadores, crearon un nuevo estilo, que a falta de un nombre mejor se dio en llamar postimpresionismo. Los colores vivos, el abandono del naturalismo, las formas que parecen moverse o caerse… Todo ello fue fruto de una evolución artística lógica más que de los delirios de un demente.

La verdad es que Van Gogh sufrió siempre de depresiones e incluso intentó suicidarse varias veces. Es cierto que se cortó la dichosa oreja (el lóbulo en realidad), que contrajo una sífilis que dañó todavía más su cerebro, que se comía su pintura con plomo, que bebía absenta hasta quedar inconsciente, que sus relaciones sociales y sentimentales fueron desastrosas, que olía fatal, que fue un mantenido por su hermano Theo, que fue internado en psiquiátricos y que acabó pegándose un tiro en el pecho con una pistola.

Pero sería muy simplista afirmar que su particular estilo (colores chillones, pinceladas bruscas…)se debe a su estado piscológico. En realidad Van Gogh pintaba de esa forma porque ese era su estilo, un estilo lúcida y conscientemente adquirido. Loco o cuerdo, sus cuadros eran relativamente independientes de su psique.

Pese a su fracaso comercial (más condicionado por su personalidad anti-comercial que por su arte) Van Gogh se codeó de tú a tú con los mejores artistas de su tiempo y gozó de su amistad y admiración. Incluso después de su muerte fue admirado y sigue siéndolo.
Su pintura es emocionante y atemporal, brutalmente sincera y muy popular (los profanos en la materia y los niños captan perfectamente la expresividad de su obra).

Muy fresca y espontánea (llegó a crear frenéticamente dos o tres cuadros al día), se percibe en su obra la necesidad imperante de pintar.
Resultado de imagen para van gogh
























Enlaces externos 👹

No hay comentarios.:

Publicar un comentario